Artesanos de sobrevivientes del conflicto estuvieron presentes en el Festival Petronio Álvarez
Tres organizaciones artesanas de las zonas rurales de Cauca y Valle del Cauca, territorios históricamente afectados por el conflicto armado, estuvieron presentes en la XXVI versión del Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez. Su participación estuvo apoyada por el Programa Hilando Vidas y Esperanza de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el cual les ha acompañado en el perfeccionamiento de sus diseños.
Las organizaciones fueron, por un lado, el grupo de lutieres afrocolombianos, creadores de violines caucanos de Santander de Quilichao; y, por otro lado, las organizaciones Inga Chasoy, del pueblo inga y la organización La Divisa, del pueblo embera wounaan, ambas basadas en Buenaventura.
Esta fue la primera vez que las tres organizaciones participaron en la feria artesanal, que se realiza en paralelo con las presentaciones culturales y musicales que celebran las tradiciones del Pacífico colombiano. Sin embargo, los violines caucanos, con 30 años de trayectoria musical y artesanal, sí habían participado con su música en otras versiones del Festival.
Carlos González, uno de los maestros artesanos de Santander de Quilichao, celebró haber tenido la oportunidad de contar su relato tradicional y cómo los violines caucanos representan una historia de resistencia y sincretismo. Dentro de los compradores de sus instrumentos hubo coleccionistas, músicos e incluso personas que querían usarlos como decoración.
Por su parte, Sandra Chasoy, una mujer inga que es artesana desde los siete años, afirmó haberse sorprendido con el recibimiento que tuvieron los aretes y collares durante el Petronio Alvarez, las más apetecidas por los asistentes. Además, se sintió agradecida por los aprendizajes que dejó la feria. Uno de ellos, trabajar de la mano con representantes de otras comunidades indígenas y afrodescendientes.
El balance, en términos económicos también fue positivo, logrando ventas por más de 22 millones de pesos. El 15% de estas ventas correspondieron a los violines caucanos; el 40%, artesanías como manillas, collares y mochilas Icha Inga; y el 45% a las creaciones del pueblo Embera, de La Divisa.
La participación de estas organizaciones en el Festival Petronio Álvarez, hace parte de las acciones de la estrategia de empoderamiento económico del programa WLH, que busca contribuir a mejorar los medios y calidad de vida de personas sobrevivientes del conflicto armado. Este Programa de USAID y OIM busca mejorar la salud mental y el bienestar psicosocial de comunidades históricamente afectadas por la violencia ampliando el acceso a los servicios de atención psicosocial; promoviendo la resiliencia social y comunitaria; impulsando el acceso a ingresos dignos y sostenibles; y fortaleciendo las habilidades comunicativas para una cultura de paz desde un enfoque de desarrollo inclusivo.
Este contenido fue publicado originalmente en www.colombia.iom.int