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flecha a la izquierda Volver Fecha: 2 de diciembre de 2021

15 COMUNIDADES LISTAS PARA TEJER VIDAS Y ESPERANZA JUNTO A USAID Y OIM

  • El Programa Hilando Vidas y Esperanza de USAID, implementado por OIM, focalizó las primeras 15 comunidades con quienes iniciará una intervención integral para contribuir al mejoramiento de la salud mental, el fortalecimiento del tejido comunitario y el empoderamiento económico.
  • Con diálogos comunitarios, visitas domiciliarias, diagnósticos rurales participativos y la construcción de una agenda cultural de eventos, WLH inició la intervención integral en las comunidades que se caracterizan por su resiliencia, diversidad y potencial productivo.

La historia de los sobrevivientes del conflicto armado está llena de iniciativas y procesos locales que muestran la resiliencia de las comunidades en medio del conflicto. Luego de completar su fase de mapeo social, validación conceptual y acercamiento, el Programa Hilando Vidas y Esperanza (WLH, por sus siglas en inglés), de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), priorizó las primeras 15 comunidades con quienes iniciará un trabajo conjunto que fortalezca y potencie los procesos locales.  

Beneficiario de WLH con un mapa que refleja su territorio

En la región de Montes de María, zona de gaitas y tamboras, se identificaron iniciativas de jóvenes y un gran liderazgo femenino y de las personas LGBTQ+. Su entorno natural (con montañas, bosques y ríos) la hace fértil para los proyectos productivos y de servicios, con una apuesta especial por el turismo de naturaleza, de aventura y el fortalecimiento de la cultura local. En la zona, el Programa también espera apoyar la exploración, transformación y comercialización de piedra caliza, la apicultura, la producción de cacao y maíz. Es una región con retos de conectividad y oportunidades para mejorar los servicios de salud y apoyo psicosocial. En esta región, WLH trabajará con las siguientes comunidades:  

  1. Corregimiento de La Ceiba en Chalán, Sucre.  
  2. Vereda Paraíso en Colosó, Sucre 
  3. Corregimiento San Pedro Consolado en San Juan Nepomuceno, Bolívar. 
  4. La Piche en Tolú Viejo, Bolívar. 
  5. Vereda Casa de Piedra y corregimiento Las Mercedes en San Jacinto, Bolívar.  

En la región de Bajo Cauca y Nordeste Antioqueño, el Programa WLH trabajará con comunidades resilientes que generan con sus campesinos y campesinas, sus jóvenes, mujeres, juntas de acción comunal y asociaciones, procesos productivos en torno al apicultura, café, cacao, arroz y plátano. El principal reto de esta región es la persistencia de la violencia en el territorio; así como limitaciones en infraestructura. Hilando Vidas y Esperanza trabajará con las comunidades de:  

  1. Las veredas Borrachera y La Bonga en El Bagre, Antioquia. 
  2. La vereda El Banco en Anorí, Antioquia. 
  3. La vereda La Paulina en Valdivia, Antioquia.  
  4. Isla de la Amargura en Cáceres, Antioquia. 
  5. La Caucana en Tarazá, Antioquia.

 Finalmente, en la región de Pacífico Medio, Alto Patía y Norte del Cauca, zona de montañas donde se produce, entre otras cosas, café, mora y trucha; y se caracteriza por la diversidad étnica (con comunidades afrodescendientes e indígenas), el liderazgo social, la capacidad de organización, y sus sabedores y culturas ancestrales, se focalizaron las siguientes comunidades: 

  1. La vereda Flayo del Resguardo San Francisco en Toribio, Cauca. 
  2. La vereda El Turco en Santander de Quilichao, Cauca.  
  3. La vereda La Alsacia, en Buenos Aires, Cauca.  
  4. El Resguardo Kwet-Wala en el municipio de Pradera, Valle. 
  5. El Consejo Comunitario de Punta Soldado, en Buenaventura, Valle.   

Las tres regiones en las que opera el Programa (1. Montes de María; 2. Bajo Cauca y Nordeste Antioqueño; y 3. Pacífico Medio, Alto Patía y Norte del Cauca) cuentan con un potencial agrícola y productivo; un tejido social con procesos sociales, líderes y lideresas que han venido creando, desde la cultura, el deporte, la educación, la agricultura y los saberes propios, oportunidades e iniciativas para superar la violencia. A partir de esta selección de comunidades, WLH avanza, de la mano de la institucionalidad local y nacional, una intervención integral que permita mejorar el acceso a los servicios de salud mental y psicosocial; las relaciones comunitarias; y el empoderamiento económico. 

Durante los últimos meses, el equipo del Programa ha realizado jornadas de diálogo y socialización con las comunidades para conocerlas más a profundidad e informarles sobre su selección. Así mismo, el Programa realizó visitas familiares; diagnósticos rurales participativos;  concertación de agendas culturales; y la construcción participativa los planes de trabajo de intervención integral, que serán implementados en un periodo de aproximadamente un año.

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